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Capítulo 38.

Caminaron hacia el hotel con una charla amena. Jimin seguía sintiéndose perseguido y su cuerpo seguía temblando, pero trataba de no pensar en ello, de alguna manera estar con Jungkook lo hacía sentirse seguro. Al entrar al lugar se encontraron con Hoseok en la computadora.

—Hola, Jimin. Hola, Jeon.

—Hola, Hoseok. ¿Qué haces ahí? —preguntó Jungkook.

—Pues, la jefa tenía cosas que hacer y me dejó a mi al mando.

—No tiene pinta de ser de ese tipo de persona.

—Te lo explicaré en el ascensor —dijo Jimin empezando a caminar y Jungkook lo siguió de inmediato.

El castaño le explicó que la beta se había quedado con Jaehyun y eso no le gustó al de ojos verdes. El menor le dijo que no pensó y solamente vio a ella como la única persona con la que podía dejarlo. Llegaron al cuarto y el omega abrió la puerta con sus llaves.

—No, jovencito, a mi no me gruñes —se escuchó desde la sala y seguido de eso se oyó un tierno gruñido—. Contigo no se puede. ¿Acaso nadie te enseñó valores?

—Gook.

—¿Quién coño es Gook?

—No digas groserías frente al bebé —dijo Jungkook.

—¡Gook!

El alfa sonrió por la manera en la que lo llamó Jaehyun.

—Hola, cachorro. ¿Me extrañaste? —preguntó mientras lo cargaba.

—I~

—¿Osea que yo vivo contigo, yo te baño, yo te doy de comer y al primero que llamas es a Jungkook? —dijo el omega simulando un enfado.

—¡Ami! —dijo el bebé mientras estiraba sus brazos en la dirección donde estaba Jimin y este lo cargó.

Se escuchó un carraspeo. Los tres miraron a un costado y vieron a la beta cruzada de brazos.

—No quiero interrumpir su momento de familia feliz, pero tengo que trabajar.

—Si, lo siento. Gracias por cuidar de mi hijo.

—No es nada. Enséñale a no gruñir.

—No le caes bien por lo visto —agregó Jungkook.

—¿Es en serio? No me di cuenta.

—Alguien se levantó de malhumor.

—Con permiso, me iré.

La beta se fue y el alfa fue a darse un baño.

✧✦✧

—Es muy tarde para que estés despierto, angelito. Tienes que dormir —susurraba Jimin mientras le deba el biberón y lo acunaba en sus brazos, sus ojos poco a poco se iban cerrando.

Una vez dormido lo acostó en el medio y puso unas almohadas a su alrededor por si se movía demás. Luego fue hasta la cocina para hacer dos tazas de té.

Estaba poniendo el azúcar cuando unos brazos rodearon su cintura y lo abrazaron por detrás. El omega sonrió y respiró hondo sintiendo el aroma del alfa combinado con el jabón de baño.

Jungkook besó sus mejillas y Jimin volteó para besar sus labios.

—Te quiero.

—Te quiero demasiado, omega.

Sus labios volvieron a unirse.

✧✦✧

Estaban sentados en la barra uno al lado del otro hablando de cosas sin importancia.

—Mañana no iré a trabajar y puede que vuelva tarde.

—¿Pasó algo?

—Hablaré con una de las personas que se llevó a mi hermana.

Jimin se quedó en silencio un momento, procesando la información.

—Ten cuidado.

—Si, cariño, lo tendré.

Terminaron de tomar el té en un silencio cómodo.

✧✦✧

El menor se encontraba lavando las dos tazas y el rizado solo admiraba lo hermoso que era su omega.

—Jimin, ¿te puedo hacer una pregunta?

—Si, dime.

—¿Por qué nunca usaste la ropa que te regalé?

El omega pensó que nunca se daría cuenta de ello. Un silencio invadió el lugar.

—No me sentía bien conmigo mismo —dijo largando un gran suspiro—. No digo que ahora esté bien en ese sentido, pero gané un poco más de peso y en ese momento estaba demasiado delgado. Además escuchaba comentarios y yo, Jungkook de alguna forma no dejo de ser un adolescente con traumas que no traté.

No tenía ganas de llorar, pero las lágrimas salían solas. Enjuagó las tazas y las dejó a un lado. Se dio vuelta y miró a Jungkook.

—Me hicieron creer que era horrible y el no tener el peso adecuado me hizo creer que era verdad y luego me regalaste ropa, yo me la probé pero me sentía horrible con ella puesta.

El mayor se levantó de su asiento y lo abrazó.

—Eres el omega más hermoso que haya visto. Eres todo lo que está bien y me encantas, Jimin, realmente me encantas —dijo el alfa en el abrazo.

—Tú me encantas a mi, Jungkook. Pensé que sería difícil caer nuevamente por un alfa, pero llegaste tú y te ganaste mi corazón, y el de mi hijo.

Fueron a dormir luego de su charla y unos miles de besos. El mayor trataba de no pensar en el día que le esperaba.

✧✦✧

El sol se coló en la habitación y el mayor supo que era hora de levantarse. No pudo dormir pensando en su hermana, pensando en que le dirá al tipo que se la llevó, pensando en si estaba preparado para saber la verdad.

Se levantó con cuidado de no despertar a Jimin y Jae. Se dio una ducha para despejarse y aclarar sus ideas, se puso el traje que usa a diario para ir a trabajar y por último se fijó si había café. Como no había dio un suspiro anotando mentalmente comprar café. Salió y arrancó el auto, Jin le había mandado una ubicación.

Llamó a Daira avisando que no podría ir a trabajar pidiéndole por favor si podía ocuparse de sus asuntos por hoy, su amiga le dijo que no se preocupara.

Luego de dos horas y media de viaje llegó a su destino, era un descampado con una pequeña casa abandonada a unos metros. Estacionó en algún lugar y para preparase decidió caminar hasta allí.

El sol pegaba fuerte y empezaba a acalorarse, pero no podía concentrarse en el calor cuando estaba a minutos de hablar con uno de los culpables de que su hermana esté desaparecida.

Llegó al pequeño lugar, golpeó la puerta y Jin apareció.

—Hola, hermano.

—Hola, Jin.

—¿Estás listo?

—La verdad que no, pero hagámoslo.

Entraron en una habitación oscura, Jungkook se encargó de prender la luz y observar el pequeño espacio. Olía a humedad, como si nadie hubiese estado ahí en años, las paredes estabas pintadas de blanco, pero con miles de manchones negros a causa del abandono. En el medio del lugar había una silla de madera en donde se encontraba el sujeto, vestía pantalones negros y una camisa del mismo color, cadenas de oro se hacían notar en su cuello junto a su pecho a causa de que los primeros tres botones de su camisa estaba sin abrochar. Su cabello estaba cortado perfectamente, sus ojos estaban cubiertos por una tela y sus manos estaban atadas con una soga.

No tenía un físico muy definido, pero era lo suficiente fuerte como para meter a Chaehyun al auto. No tenía un olor característico, así que el alfa supuso que era beta.

—Ya me dí cuenta que están aquí —dijo con una sonrisa, como si la situación fuera divertida.

—Nadie te dio permiso para hablar, idiota —dijo Jin.

—¿Saben que están jugando con fuego, verdad? Mi jefe me está buscando y dudo que salgan vivos de esto.

—¿Tú sabes que eres nadie para tu jefe, verdad? Eres solamente un número, si te matan buscan a otro, así de fácil es, basura —se atrevió a decir Jungkook.

Se rió. Al de ojos verdes le produjo arcadas su risa.

—No lo conocen, además, ¿sabes quién más era un número? Tu hermana, era una más de las raptadas.

—Cierra la boca.

—Ella ya no está aquí y dudo que la encuentres, Jungkook.

No sabía porqué mierda conocía su nombre.

—A ver, vomito de la naturaleza. ¿Dónde mierda está Jeon Chaehyun? —preguntó Jin, dándole una fuerte patada a la pata de la silla, haciendo que se mueva un poco.

—Ya te lo dije, no abriré la boca.

—¿Ah, no?

Jin saca del borde de su pantalón un arma, le quita el seguro, apunta a su pie y dispara. A continuación se escuchó el grito de dolor del aquel sujeto.

—Eres una mierda —dijo entre quejidos.

—Puedo ser aún más mierda si no hablas, imbécil.

✧✦✧

Las horas pasaban y no hablaba, Jungkook se empezaba a desesperar.

—¿Por qué se llevaron a mi hermana? —pregunta el alfa con la esperanza de que conteste, pero no pasó—. Si no quieres que te dispare en el otro pie contesta.

—¿Tú? No matas ni a una mosca, no me hagas reír. Todavía recuerdo como tu padre nos decía que eras un maldito omega que seguramente andaría ofreciendo el culo cuando sea mayor.

¿Decepcionado? Si. ¿Sorprendido? No.

Jungkook le pidió el revolver a Jin, apuntó y sin pensarlo jaló del gatillo.

—Mira, pequeña mierda, ya me estoy cansando, así que habla o la próxima voy a apuntar a la cabeza.

—Hazlo, veremos como te va después.

—No me provoques, idiota.

Jeon le toca el hombro, Jin lo mira y el alfa le hace una seña para que se calme. Salen del cuarto un momento y suspiran los dos.

—No va a hablar.

—No, no lo va a hacer.

Quedaron en silencio unos minutos.

—¿Tienes información de él?

—No fue fácil encontrarlo, pero tengo contactos y hemos encontrado algo.

—¿Tiene familia?

—No tanta, tiene a su madre y a su hija.

—Perfecto, muéstrame como se llaman y donde están.

Jungkook rogaba que amenazarlo ayudara.

✧✦✧

—¿Tienes familia?

—Que te importa.

—Solo preguntaba, que malhumorado —dijo Jin.

Hubo un momento de silencio hasta que el rizado decidió hablar.

—Sabes, hermano, justo encontré a una niña llamada Yangmi y a una señora de unos setenta años llamada Goeun. ¿Y sabes qué es lo más curioso? Que viven tan solo a diez minutos de aquí.

La cara del sujeto se puso pálida, se podía ver como gotas de sudor le caían de la frente.

—No sé que opinión tengas de mi, basura de cuarta, pero te aseguro que por mi hermana puedo llegar a matar —dijo acercándose hasta quedar frente a frente—. Así que te conviene hablar. No me obligues a matar a una niña de tan solo nueve años.

El sujeto le escupió la cara.

—Con que así quieres jugar, ¿eh? Pues creo que empezaré por tu madre. Jin pásame las llaves del auto.

Kim se las dio y Jeon abrió la puerta, dio un paso fuera de ella.

—Está bien, tú ganas, pero por favor, no les hagas daño.

—Así me gusta.

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